Archivos Mensuales: abril 2020

“La actitud tántrica en la vida en general” (II parte); Sergio Barrios Escalante

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Imágenes del quinto conversatorio sobre el libro "Introducción al Tantra (Y otras técnicas eróticas de la iluminación espiritual"), de SBE. en Ciudad de Guatemala, Febrero 2020.

Imágenes del quinto conversatorio sobre el libro «Introducción al Tantra (Y otras técnicas eróticas de la iluminación espiritual»), de S.B.E. en Ciudad de Guatemala, Febrero 2020.

 

 

“La actitud tántrica en la vida en general” (II parte)

 Sergio Barrios Escalante (Konchok Tenzin)

Cuenta Lama Thubten Yese,

que en su momento un antiguo gobernante entró en contacto con El Buda histórico, quien deseaba abrazar una disciplina espiritual y alcanzar la iluminación, pero sin retirarse de sus obligaciones monárquicas. El Buda entonces le recomendó (y enseñó) el “Kalachakra Tantra” (1).

Sea cierta o no esta anécdota, nos muestra con claridad el tipo de mística que tradicionalmente acompaña a esta disciplina espiritual, caracterizada por una actitud general de inmersión en la realidad, a diferencia de otras místicas orientales, orientadas hacia el quietismo, la introversión, la abstracción de los asuntos mundanos, el aislamiento social y la pasividad.

Por el contrario, desde sus orígenes mismos, el Tantra surge como un movimiento de fuerza y empoderamiento, tanto interno (espiritual) como externo (social).  Sin embargo es bueno aclarar que en dependencia de la rama tántrica que se trate, en algunas de ellas hay más inclinación hacia el trabajo interno y en otras más énfasis en el trabajo externo. Aunque al menos en la corriente o escuela “Madhyamika” (“camino de en medio”), se busca la adopción de un equilibrio armónico entre ambas tendencias (2).

Quizá eso se deba en gran parte al contexto histórico mismo en el cual surgió el Tantra.  De acuerdo con Ramesh Bjonnes, Shiva no solo fue un personaje mítico, sino también histórico, que existió en carne y hueso, y según sus investigaciones, fue él quien originalmente sistematizó el cuerpo o conjunto de conocimientos que desde hace más de 7 mil años se denominan como “Tantra” (3). Otras fuentes atribuyen al Buda Shakyamuni (año 500 a.n.e.), como el fundador y primer sistematizador de esta corriente y disciplina espiritual, aunque existe un consenso relativamente generalizado, en considerar que el origen del tantra es muy remoto en el tiempo, y que no se puede precisar la época exacta de su surgimiento (4).

De acuerdo con el gurú hindú Srii Anandamurti, los antecedentes históricos particulares en los cuales surgió el tantra, incidieron de manera muy fuerte en la naturaleza y el carácter mismo de esta corriente, como una tradición y disciplina espiritual con gran arraigo en la acción, en la intervención activa en lo social, abarcando a su vez un gran número de aspectos vitales de la vida, desde la ciencia, la alquimia, la filosofía, la cosmogonía, la medicina y la alimentación, la música, la danza, la mantralización y visualización interna, la meditación y el ritualismo místico-espiritual, la psicología intuitiva y el cultivo de la fortaleza física y la salud, entre otros aspectos (5).

No es casual que en muchas de las ramas tántricas que se han ido desarrollando a lo largo de los siglos (tanto en el budismo tibetano y chino como en el hinduismo), desde la antigüedad se ha advertido que esta disciplina no es apta para gente débil, tanto en el sentido físico o corporal, como en lo psicológico y en lo espiritual.

Y esto se debe no solo a sus antecedentes históricos (que tal y como vimos, es una tradición que al menos en algunas narrativas), surgió en medio de un gran choque civilizatorio, en un contexto de gran agitación y conmoción social. Pero también hay otro aspecto muy importante que dota a esta tradición de una gran exigencia, y esto es debido a la enorme altura de su ambiciosa meta central, como es, alcanzar en esta vida el más alto grado de culminación espiritual, el “samadhi”, el “nirvana” o la “iluminación”.

Esto por supuesto requiere el desarrollo de un carácter y de un cuerpo físico extraordinariamente fuerte, de una psicología alejada del temor y la indecisión, y de una sólida estructura psicológica, dotada de un gran equilibrio emocional y una poderosa intuición, como punto de partida para la adquisición gradual de una serie de atributos espirituales especiales (“siddhis” en sánscrito).

Como se aprecia, el objetivo final de este proceso es bastante ambicioso; se trata de experimentar el “samadhi”, el “Nirvana”, la “iluminación espiritual”. Y ello, en esta misma vida, y sin abandonar las obligaciones sociales. En esta senda espiritual no se avanza mucho evadiéndose de la realidad.

En síntesis, cuando se habla de tantra se habla de disciplina y de método, en el sentido estrecho y en el sentido más amplio de estos términos. Esta es una disciplina espiritual y a la vez social. Se requiere de una actitud firme, férrea, audaz y valiente.  Es introyectarse al interior para el conocimiento profundo y desarrollo del Ser, sin abandonar los desafíos cotidianos que plantea el vivir a plenitud en este mundo; enfrentar la realidad y desplegar el “amor universal” (“boddhiccita”) luchando por la elevación no solo espiritual, sino también por las condiciones materiales y sociales de los individuos. La actitud tántrica empieza por afrontar la realidad.

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Notas:

  1. Al respecto, T. Yese dice: (…) “un rey le pidió (al Buda) que le mostrase un camino de desarrollo espiritual apropiado para alguien con obligaciones sociales importantes. «Como rey tengo la responsabilidad de ocuparme de mis asuntos» explicaba; «sería incorrecto abandonarlos. Yo no puedo hacer lo que tú has hecho: dejarlo todo, irme a la selva y llevar una vida ascética. Lo que necesito conocer es el modo de poder utilizar mi vida de rey, como un camino de realización espiritual. Por eso, si conoces un método para transformar en el camino espiritual mis acciones cotidianas de rey, por favor, enséñamelo». Buda contestó que, en verdad, tenía tal método: la práctica del tantra. «Con este método podrás desempeñar tus responsabilidades», le explicó, «y no tendrás que renunciar a ninguno de los placeres de la vida real». Le dijo al rey que podía, de hecho, disfrutar tanto como fuese posible y a pesar de ello progresar hacia la Iluminación. La enseñanza que Buda le dio al rey fue el Tantra de Kalachakra (“Los ciclos del tiempo”) y los linajes de ésta y de otras muchas enseñanzas tántricas, permanecen ininterrumpidos y poderosos hasta nuestros días. Incontables indios y tibetanos han logrado la plena Iluminación siguiendo estos métodos y no hay razón alguna por la que los occidentales no puedan beneficiarse de ellos de la misma forma” (“Introducción al Tantra”: Thubten Yese, Ediciones Dharma, Argentina, s.f., p. 15).

  1. Al respecto Conze dice: (…) “Los Madhyamikas, fundados alrededor del año 150 de nuestra era (d.n.e.) por Nagarjuna; esperaban la salvación por practicar la sabiduría comprendida como contemplación del vacío” (“El Budismo, su esencia y su desarrollo”: Edward Conze, Fondo de Cultura Económica, México, 1997, p. 90).

  1. Sobre esto, R. Bjonnes dice: (…) “Danielou no está solo en esta aseveración. De acuerdo con múltiples fuentes – incluyendo escrituras ancestrales como los Puranas, los Agamas, la literatura tántrica del sur de la India, varios tantras de la Edad Media y los escritos de N.N. Bhattacharya, A.L. Basham, Thomas Mc Eviley, Anandamurtti y otros- fue Shiva quien enseñó el Tantra a los primeros hindúes de la espiritualidad yógica, las artes y ciencias. Aún más, estas enseñanzas de Shiva – las cuales de acuerdo a Anandamurtti, se originaron con el Shiva histórico hace unos 7 mil años atrás – permanece como la cultura dominante y enseñanzas espirituales en la India, aun cuando sus adherentes eran frecuentemente atacados violentamente por los primeros arios védicos” (“Tantra, the yoga of love and awakening”; Ramesh Bjonnes, Hay House India, Sonepat, Haryana, India, 2014, p. 63). (Traducción: S. Barrios E).

  1. Según Conze, (…) “el Tantra adquirió fuerza después del año 500 o 600 de nuestra era. Sin embargo, sus comienzos se remontan a los principios de la historia humana, cuando la sociedad agrícola estaba empapada de magia… (…) el Tantra no es realmente una creación nueva, sino el resultado de la absorción de creencias primitivas en la tradición literaria, y de su mezcla con la filosofía budista” (E. Conze, op. cit, pp. 243.

  1. De acuerdo con Anandamurti: (…) “Aquí el Tantra empieza a diferir de los Vedas. El proceso del Tantra progresivamente desarrolla las cualidades latentes en los seres humanos y al mismo tiempo elimina los defectos. En el Tantra, por ello, no hay duda de que esta senda es tan estrecha como el filo de una navaja. En razón de este espíritu, el practicante de tantra se vuelve elevado y alcanza maestría sobre el ambiente hostil. El Tantra no acepta las enseñanzas de los Vedas, con respecto a que los seres humanos se deberían mover solo internamente, y cuidadosamente evitar cualquier asociación con su entorno. En vez de ello, el Tantra sostiene que el aspirante espiritual debería extinguir el temor de su mente desde el inicio mismo. Sin embargo, los Vedas sostienen que el temor será removido automáticamente algún día en el proceso de la Sadhana (“práctica espiritual”; Nota del traductor); ¿Pero quién sabe en qué auspicioso momento eso llegará? No es deseable esperar indefinidamente por ello. Es más, mientras uno se mueve en esa dirección, algo inesperado puede suceder en detrimento del crecimiento del individuo y del colectivo. De modo que el Tantra advierte, “Sumérgete dentro de tu entorno sin ninguna inseguridad. No seas temeroso/a. El temor te abandonará paso a paso. Mañana no estarás tan temeroso como hoy, pasado mañana estarás aún menos temeroso, y dentro de diez días tú notarás que tú eres completamente libre del temor” (“Discourses on Tantra”, Volume Two: Shrii Anandamurti, Ananda Marga Publications, Ananda Nagar, New Delhi, India, 2006, pp. 132-3) (Traducción: S. Barrios E.).

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Sergio Barrios Escalante (konchok Tenzin)

Autor del libro: “Introducción al tantra” (y otras técnicas eróticas de la iluminación espiritual”).

Ver sinópsis en este enlace. Aquí

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